Por: Lcda. Rosa Selles Negron, Vice Presidenta A.J.C.
El Gobierno de PR lleva varios años lloriqueando por su “intenso deseo” de erradicar la violencia doméstica y el discrimen contra la mujer. Para tratar de convencernos de lo genuino de su preocupación, desde que comenzó este cuatrienio han estado redactando diferentes proyectos de ley. El problema es que al leerlos, a prima facie podemos constatar que el tal lloriqueo por la violencia doméstica y el discrimen contra la mujer son sólo viles excusas, ya que en el interior de estos proyectos hay una agenda escondida para invisibilizar la mujer y por el contrario, lograr adelantar la agenda de la liberación sexual con las relaciones homosexuales.
El mejor ejemplo de esto lo vemos en la enmienda que se le hizo a la Ley 54 de Violencia Doméstica, en la que su “Exposición de Motivos” incluyó, y logró la protección de los homosexuales. De paso, para darles algo a los heterosexuales, se incluyó darle protección a las relaciones adúlteras. Claro, esto último también lo utilizarán si se aprueba el matrimonio homosexual. Por eso hay que preguntarse: qué tienen que ver los homosexuales en la lucha de la mujer, y en qué las ayuda un adulterio? Ay, Dios mío.
Son dignos de cuestionarse también los proyectos de adopción (Pdel S 437), los P del S 436 y 458 concernientes a maternidad subrogada e inseminación artificial. La protección a la mujer no se desprende de ninguno de ellos. Al contrario, se utilizará la mujer como incubadora de bebés para las parejas que no pueden tenerlos ni tampoco adoptar uno, como lo son los homosexuales. El cantante Ricky Martin es un buen ejemplo de esta afirmación.
Pero lo más increíble es el empeño del gobierno de adoctrinar a nuestros niños y jóvenes con la ideología de género. Se presentó el P del S 484 para “crear e implantar un currículo género”. Se engañó a la clase magisterial de la necesidad de enseñar esta ideología a los estudiantes para combatir, en primer lugar el “bullying”. Luego, para no perder la costumbre, le siguió el lloriqueo por la eliminación de la violencia doméstica y el discrimen contra la mujer. Para intentar convencernos de las virtudes de este proyecto, se vendió como perspectiva de género. Explicaba la legisladora González López que se trataba de que el varón cocinara y la mujer cortara la grama y esto lograba que estuvieran felices y en paz. Con esto intentaba explicar que la mujer debía tener igual acceso a las profesiones y a la fuerza laboral que el varón. Se olvidaba la legisladora que en el país en que está legislando, hace muchos años que la sexualización de las profesiones ha sido extraordinariamente superada. Según vemos infinidad de varones muy exitosos como estilistas, maquillistas y diseñadores de ropa de mujer sin que nadie se escandalice, también vemos mujeres que han estudiado profesiones históricamente relacionadas con varones, como la ingeniería, la medicina y la aviación, por mencionar algunas de ellas. Y no solamente practican estas profesiones, sino que además muchas han sido bien reconocidas en las mismas por encima de muchos varones. Basta además con ver las estadísticas de graduación de las universidades.
Aunque aceptamos que la mujer ha sido marginada a través de la historia y todavía hay espacio para legislar a favor de la mujer, los mencionados proyectos de ley y la enseñanza de la ideología de género no aportan nada a la erradicación de la violencia doméstica ni adelantan la figura de la mujer y su lucha a favor de la igualdad. De hecho, el afirmar que todos podemos ser varón y todos podemos ser mujer cruzando la línea de los sexos pretendiendo que la biología también es invisible, es una manera más de lograr la invisibilidad de la mujer y el adelanto de la agenda homosexual. Poco a pico se logra eliminar la palabra mujer y sustituirla por la de género, como si ambos conceptos fueran lo mismo.
En ese sentido, el Gobierno también acaba de anunciar la eliminación de la Oficina de la Procuradora de la Mujer como entidad independiente fusionándola como una entidad adscrita al Departamento de la Familia. Con esta fusión la lucha de la mujer se diluirá entre todos los problemas de índole familiar que tiene que resolver el Departamento de la Familia. Demás está decir, que aunque el Gobierno diga lo contrario, no dan a basto para resolverlos. Y por no decir que es lo peor de todo, sí podemos asegurar lo nefasto que resultará este cambio para los derechos de la mujer, ya que eliminan el nombre de la agencia eliminando la palabra “mujer” de la Procuraduría para sustituirla por la de “género” en el Departamento de la Familia.
De esta manera, sacando de las mentes la palabra “mujer”, logran que la lucha de la mujer vaya cediendo su espacio en las mentes para introducir la lucha por la ideología de género, que no es otra cosa que la antesala de la agenda homosexual.
Que al Gobierno le preocupa el discrimen de la mujer y la erradicación de la violencia doméstica? No debemos dudar de los sentimientos de nadie, pero con estos proyectos de ley se me está haciendo bien difícil. Como dicen los jueces: no somos tan ingenuos para creer lo que nadie creería.