Karina Mariani ha compartido su opinión en voz.us, destacando una inquietante realidad en el mundo del deporte olímpico veamos:
En un reciente y controvertido episodio de las Olimpiadas 2024, el Comité Olímpico Internacional (COI) ha sido duramente criticado por permitir la participación de atletas con características biológicas masculinas en competiciones femeninas. La boxeadora Angela Carini, arrodillada en el ring con lágrimas en los ojos, se convirtió en el símbolo de esta polémica. Su derrota en menos de un minuto frente a Imane Khelif, una atleta cuyo sexo está "en controversia", ha puesto en tela de juicio la equidad en el deporte olímpico.
Angela Carini lloraba desconsolada, consciente de que sus años de esfuerzo y sus sueños habían sido sacrificados en el altar de intereses ajenos. Mientras repetía "no es justo", Imane Khelif sonreía en el fondo de la escena, destacando la desventaja biológica con la que Carini tuvo que competir. Este incidente ha generado una pregunta inquietante: ¿Es esto el deporte olímpico ahora?
Las competencias olímpicas han evolucionado significativamente, y los atletas ahora forman parte de una industria compleja y exigente. Abandonar los Juegos Olímpicos no es una opción fácil para ellos, pues tienen sobre sus hombros una responsabilidad descomunal. Sin embargo, los organizadores del evento han utilizado este poder para avanzar agendas ideológicas que, en muchos casos, sacrifican la justicia y la ética deportiva.
El COI ha implementado desde 2021 un nuevo marco regulatorio que permite a atletas transgénero e intersexuales competir sin someterse a procedimientos médicos considerados "innecesarios". Esto ha sido aplaudido por activistas del colectivo trans, pero ha generado críticas por parte de aquellos que consideran que estas normas no garantizan la equidad en las competencias. Las nuevas regulaciones del COI, que sustituyeron las directrices de 2015, permiten a atletas como Khelif y Lin Yu-Ting competir en categorías femeninas basándose únicamente en su identificación de género, sin considerar los niveles de testosterona o pruebas genéticas.
Esta controversia llegó a un punto crítico cuando Khelif y Yu-Ting, quienes fueron descalificados del Campeonato Mundial de Boxeo Femenino de 2023 por tener cromosomas XY, fueron permitidos competir en las Olimpiadas 2024. Nancy Hogshead, medallista de oro olímpica, expresó en sus redes sociales que Khelif tiene un cuerpo masculino y que no existen "mujeres con niveles masculinos naturales de testosterona". La mexicana Brianda Tamara Cruz, otra oponente de Khelif, recordó su propia experiencia, afirmando que nunca había sentido tal fuerza en sus años como boxeadora.
La decisión del COI de priorizar una ideología sobre la justicia deportiva ha desatado un debate mundial. La inclusión de atletas con ventajas biológicas masculinas en competencias femeninas plantea serias preguntas sobre la equidad y la seguridad en el deporte. La escena de Angela Carini en el ring, vencida por una fuerza con la que no podía competir, es un llamado de atención urgente para reconsiderar las políticas actuales y garantizar que el espíritu olímpico de equidad y excelencia no se pierda en medio de agendas políticas.
Fuente: https://voz.us/es/opinion/240803/15115/comite-olimpico-internacional-convierte-violencia-machista-espectaculo.html
En Alianza de Juristas Cristianos, estamos comprometidos a mantenerte informado sobre asuntos legales y legislativos que impactan a nuestra sociedad y nuestra fe.
© Todos los Derechos Reservados de Alianza de Juristas Cristianos