El Colegio Americano de Pediatras ha llevado a cabo un estudio que aborda los riesgos asociados con la ideología de género y la transexualidad infantil. Encabezado por destacados expertos en medicina, como la presidenta Michelle A. Cretella, el vicepresidente Quentin Van Meter y el respaldo del antiguo jefe de Psiquiatría del Hospital Clínico John Hopkins, Paul McHugh, este estudio se basa en datos científicos y biológicos para desmontar paso a paso la noción de transexualidad en la infancia y condenar la normalización de esta idea en las escuelas y la política.
Puntos clave del estudio:
La sexualidad humana es un rasgo binario, biológico y objetivo: El diseño genético humano establece que ser concebido como macho o hembra es lo normal, y los trastornos del desarrollo de la sexualidad son reconocidos como desviaciones del diseño humano.
Nadie nace con género: Aunque se puede tener una conciencia de pertenecer a un sexo opuesto, esto es un concepto sociológico y psicológico, no una objetividad biológica. La identidad de género se desarrolla con el tiempo y puede verse afectada por diversas experiencias.
La disforia de género es un problema psicológico, no físico: Cuando niños sanos creen ser del sexo opuesto al que biológicamente son, se trata de una cuestión psicológica que debe abordarse como tal. La disforia de género está reconocida como un trastorno mental.
Los bloqueadores hormonales pueden ser peligrosos: Bloquear las hormonas de la pubertad puede inhibir el crecimiento y la fertilidad de los niños que antes eran biológicamente sanos.
La mayoría de los niños aceptan su sexo biológico: Según estudios citados en el informe, el 98% de los varones y el 86% de las mujeres que confunden su género durante la infancia finalmente aceptan su sexo biológico después de la pubertad.
Riesgos de las hormonas sexuales opuestas: La utilización de hormonas del sexo opuesto conlleva riesgos para la salud, como presión arterial alta, coágulos de sangre, accidentes cerebrovasculares y cáncer.
Altas tasas de suicidio entre adultos transgénero: Se ha observado que las tasas de suicidio son significativamente mayores entre aquellos que utilizan hormonas del sexo opuesto y/o se someten a cirugía de cambio de sexo.
La suplantación del sexo biológico en la educación infantil es un abuso: Condicionar a los niños a creer que el cambio de sexo mediante cirugía y productos químicos es normal y saludable constituye un abuso infantil. La difusión generalizada de la ideología de género confunde tanto a niños como a padres y puede llevar a decisiones perjudiciales para su salud física y mental.
El informe del Colegio Americano de Pediatras desmantela la ideología de género.